Las superficies metálicas nuevas o restauradas están protegidas por un recubrimiento con el fin de evitar la corrosión frente agentes externos como productos químicos de limpieza o agentes de tipo ambiental.
Su resistencia a la corrosión por el paso del tiempo va a depender de que esta capa protectora este bien adherido a las superficies metálicas.
Para su conservación les aconsejamos:
* No utilizar ningún producto de limpieza, ni siquiera los que se comercializan como especiales para la limpieza de metales, no utilizar bayetas o trapos que estén impregnados o contengan sustancias químicas para favorecer la limpieza o el brillo.
*Para su mantenimiento y limpieza solo es necesario quitarle el polvo, cuando sea preciso, con un bayeta o trapo de microfibra que no raya y absorbe el polvo.
* En el caso de que forma accidental el objeto sufriera alguna rozadura o salpicadura que hiciera que se desprendiese la capa protectora de barniz en alguna parte de la pieza, la mejor manera de limpiarlo sería utilizar una bayeta de microfibra con agua y un jabón neutro , frotar suavemente , y secar bien la zona en la que se ha intervenido.