Los orígenes de la empresa se remontan a 1915, cuando dos trabajadores pertenecientes a una de las más importantes empresas de fabricación de lámparas de la época, deciden asociarse y montar su propio negocio en la ciudad de Valencia, ZARAGOZÁ Y CEBRIÁ, en un principio, fabricaba herrajes y lámparas.
En el siguiente periodo, uno de los fundadores, Vicente Cebriá Bonhome, continuara con la empresa en solitario y pasara a llamarse, LAMPARAS CEBRIA, la actividad se centra principalmente en la fabricación de lámparas y se inicia la primera expansión y desarrollo de la empresa , con la contratación de viajantes, como se llamaba a los comerciales de la época para promocionar y vender las lámparas a nivel nacional.
Durante los años de la guerra civil, la empresa sobrevivió gracias a un contrato que se estableció con el ejército para la fabricación y suministros de platos y cubiertos de aluminio.
La empresa siguió creciendo a largo de los años y alcanzo en la década de los 60 una plantilla de unos 30 trabajadores y de forma externa un grupo de talleres trabajaba para la empresa. Se incorpora a la dirección la segunda generación de la familia y se inicia la expansión de la empresa al exterior, principalmente a los Estados Unidos y el Centro de Europa.
En la década de los 80 se incorpora la tercera generación a la empresa, la empresa no atraviesa su mejor momento debido a las dificultades en el mercado exterior por la crisis del petróleo. A finales de los 80 se decide disolver la empresa.
Vicente Cebria Saez junto a su hijo Oscar deciden continuar con el negocio y se abre una nueva etapa, reconvirtiéndose la fábrica en un taller artesano de fabricación , restauración y venta de lámparas.
En la actualidad , Oscar Cebriá gestiona y dirige el taller , fabricando por encargo lámparas de forma artesanal , restaurando lámparas y objetos de metal y recuperando lámparas antiguas que decoran espacios públicos y privados tanto en España como en diferentes lugares del mundo.